En esta época de verano a todos
nos apetece cerrar la puerta y descansar unos días, salvo que tengas un negocio orientado
especialmente al sector del turismo o al consumo en general.
Todos los años observo, entre
parte de nuestros clientes, el dilema de “…si cierro me olvidarán y si dejo
abierto sirvo a medias…”.
Es cierto, si uno cierra corre el
riesgo de ser fácilmente sustituido por otro proveedor, que haya decidido estar
atento a las necesidades de los clientes durante la época estival. Recordemos
que normalmente todos los servicios y por lo tanto los “servidores”, tienen
posibilidades de ser sustituidos durante todo el año, por otro igual o por lo
que, habitualmente, llamamos “alternativas”. Cuanto más si dejamos el hueco del verano.
Pero permanecer abierto supone un
coste especial para el personal, si queremos servir bien al cliente durante esos días, y esto también hay que medirlo, de forma que
ningún miembro del equipo se sienta perjudicado por una distribución de
vacaciones de verano que pudiera ser “injusta”.
Tengo un buen amigo que solucionó
esto el primer el año con una frase: “Resolved entre vosotros las vacaciones,
porque si las pongo yo no os van a gustar a ninguno”. Orden perfecta para que
todo el equipo decidiera hacer lo mejor posible el reparto de las mismas. Jamás
ha tenido que intervenir el Director General para modificar un solo día. Cada año el equipo comunica las vacaciones
debidamente consensuadas por todos. Así la Dirección tiene perfecto
conocimiento de lo que va a suceder.
Otro aspecto a trabajar es el de
las sustituciones, en caso de que alguien enferme o se produzca cualquier otra “contingencia”,
en los días que le corresponde trabajar en vacaciones. Tener previsto el plan “B”,
es imprescindible en empresas en las que el cliente puede llegar con una “urgencia”.
Dicho de otro modo, paralelo a la generación de las vacaciones, hay que tener previsto
cómo solucionar cualquier emergencia, pero previsto significa que ha de ser
escrito en papel y ser todo el equipo consciente de cómo se operará.
Frente a todo este operativo,
necesario, por supuesto. La opción fácil es “Cerramos del …. de agosto, al …. de agosto”, cada uno debe medir qué
posibilidades tiene de llevar a cabo una u otra medida.
Bueno, os deseo a todos un feliz verano, aunque yo seguiré por aquí, no vaya a venir otro y ocupe mi blog.
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