UN MUNDO DE “LOW COST”
Cada vez que nos enfrentamos a una selección, observamos cómo los acuerdos salariales van sufriendo una baja considerable. No digo que no sea lógico, sino que estamos volviendo a un salario más justo para las dos partes, empresa y trabajador.
Algunos factores interesantes para tener en cuenta son:
- Las empresas no pueden pagar lo que no ganan
- El exceso de candidatos para cubrir el puesto suponen una oferta de mano de obra que regula el valor del servicio
- Algunos puestos estaban excesivamente valorados, sin que se pudiera hablar de una compensación clara del esfuerzo financiero para pagar el puesto y el resultado del mismo
Algunos candidatos a cubrir una vacante siguen sin darse cuenta de que el escenario que hemos dejado atrás no volverá y continúan con aspiraciones económicas que la empresa no puede asumir. Se mantienen hoy y se mantendrán en el futuro, si no cambian de idea, lejos del mercado laboral.
La crisis que vino hace ya meses, nos ha situado en un mundo de “low cost” y tenemos que adaptarnos a los nuevos precios.
Como siempre a vustra disposición en smorales@gesalmed.com
El caso de Skyline, que lanzó una iniciativa que podríamos denominar “¿Te gustan los juegos de riesgo?”. Skyline ofreció a sus empleados la oportunidad de elegir su propio salario, dentro de un rango. ¿La clave? Cuanto más bajo es el salario, mayor es la oportunidad de obtener un bonus elevado a final de año.
ResponderEliminarCreo que la iniciativa de Skyline se podría aplicar perfectamente en nuestro entorno.
Las salarios fijos bajo mi punto de vista son un concepto del pasado y ayudan muy poco a la competitividad de una empresa.
Una empresa con un buen sistema retributivo variable que funcione a pleno rendimiento posiblemente adquiera una ventaja competitiva ante su competidores.
Si que es cierto que en el tema del salario nos estamos quedando atrás. Se están creando nuevos sistemas de gestión, de producción etc.., pero en el sistema retributivo hay poca innovación. Yo pienso que se pueden hacer cambios y probar cosas distintas en este campo.
Tanto los jefes como los empleados tienen miedo de tocar el tema salario y cualquier variación los pone nerviosos a ambos.
Si ahora que se supone estamos bajo mínimos, conseguimos que funcione un buen sistema por incentivos, cuando esto despegue estaremos preparados para lo que nos echen.