Cuando acontecimientos como el acaecido con nuestra SELECCIÓN NACIONAL DE FUTBOL, vienen a nuestra vida, no podemos dejar de utilizarlos para aprender.
Ser CAMPEONES DEL MUNDO no es cosa fácil, en el trayecto surgen dudas sobre el cómo conseguir el objetivo final. La necesidad de obtener el resultado nos puede llevar a pensar, en muchas ocasiones, que hay que cambiar estrategia, olvidar determinados valores que estamos poniendo en el juego, incluso, nos puede cegar la soberbia si vamos alcanzado parte del objetivo.
Desde unos años “LA ROJA” ha trabajado seriamente en construir una forma de hacer fútbol, aplicar una técnica y fomentar unos valores del equipo, que han quedado de relieve siempre que ha habido encuentro y, especialmente, en estos partidos del Mundial.
La humildad, la prudencia, el trabajo serio, el compañerismo y, finalmente, el estallido de GENEROSIDAD, dedicando el triunfo a los ausentes, es para mí un referente de PERSEVERANCIA en las virtudes que trabajaron desde el principio.
Es fácil, en situaciones límite, olvidar todo lo que te ha llevado hasta allí. Es fácil para el que ha conseguido el éxito económico, dejar a un lado a aquellos que facilitaron este resultado, lo mismo en el campo político, etc. Muchas veces, para el que ha compartido parte del trayecto con una persona exitosa, es como acompañar a alguien a un ascensor, finalmente él entra y tú quedas abajo, mirando como se distancia y sube.
Todos tenemos la obligación de seguir perseverando en aquellas virtudes y valores que, a lo largo de nuestra vida, nos van ayudando a “tocar meta”. Si nos sentimos tentados a abandonarlos, hay que reflexionar y volver a la “senda” que nos condujo hasta aquí.
Los valores son los de siempre. Hace unos días nos lo recordaba D. Leopoldo Abadía: “No hay valores de antes, los valores son valores, hoy siguen siendo valores…”
Entiendo que la Selección ha sido empujada por el aliento de otro combinado nacional: España. Resulta curioso ver como, en los momentos más difíciles (crisis financiero-económica, de valores ético morales y de falta de horizontes), TODOS los españoles nos hemos unido y hemos alentado a esos muchachos a conseguir su/nuestro objetivo y la más alta meta en el fútbol. A ver si cunde el ejemplo y esas sinergias se extrapolan a todos los demás ámbitos de la vida de nuestro país, España. Recibe un fuerte abrazo amigo Sergio. R. G.
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