Lo bueno que tiene viajar, entre otras cosas, es que conoces
geografía, historia, gastronomía, enología, etc. etc. y, sobre todo, PERSONAS y
SITUACIONES DE LAS PERSONAS.
Me encuentro estos días viajando por el Norte de España, al
menos así me lo indica la brújula y las coordenadas GPS, tan importantes hoy (ya
veréis por qué digo esto). Pues eso, me encuentro viajando y con mis ojos de “aprendedor”,
voy observando cuanto se me pone al paso. La observación es una gran fuente de
aprendizaje que ha sido encumbrada por filósofos e investigadores, así que no
se trata aquí de ponerla en cuestión.
Alguna de las experiencias, que uno va teniendo, nos hace dudar del lugar donde uno se encuentra. Sin ir más lejos, ayer realicé una ruta,.la ruta del RIO CARES, preciosa y que nos lleva de Asturias a León y une dos
pueblos que, si no fuera por estas “aventuras”, tendrían una importancia nula
en la geografía española, son Poncebos en Asturias y Caín en León.
La ruta es para disfrutarla, hay desfiladeros, cortados,
río, agua que sale de las montañas, lugares para descansar y reponer fuerza,
sólo ensanchamientos del camino, no penséis que hay tabernas o bares, pues es
un paraje natural. Cuentan algunos veteranos, que hace años había un señor, con
un burro cargado de bebidas refrescantes, hoy no confíes en eso, no está, debes portar
tú mismo las bebidas y cuantas “viandas” consideres oportunas para hacer tres
horas de camino, de las que los primeros 2.000 metros hacían dudar a algunos de
los caminantes que nos encontrábamos. Es este primer trecho, de escarpada
pendiente e incómodo suelo.
Cuento todo esto para explicar que esa frase, tan oída de “SI
QUIERES PUEDES”, es bastante INCOMPLETA, cuando llegas a sitios como éste.
Nuestro camino lo hicimos cumpliendo escrupulosamente lo que indican las guías,
así que empleamos las tres horas de rigor, más los minutos que dedicamos a
descansar y reponer fuerzas, que en total, no fueron más de diez. Satisfechos,
muy satisfechos con el resultado, pues no somos senderistas experimentados,
decidimos organizar la vuelta en los vehículos previstos, a la vez que
reponíamos, ya con más tranquilidad, fuerzas y calorías perdidas (no es cosa de
perder la barriga en un solo día).
Cuando los vehículos iniciaron su recorrido, algún pasajero
empiezó a indicarnos cuál es el itinerario y el horario previsto, desde Caín
(León), hasta Poncebos (Asturias), itinerario que para nuestro asombro, se fue
cumpliendo. Veréis, el primer punto al que nos dirigíamos era Cangas de Onis, realizando
un recorrido de DOS HORAS Y MEDIA y, de
Cangas a Poncebos tardaríamos otra MEDIA HORA aproximadamente, a la que habría
que sumar el tiempo necesario para comprar nuevos billetes de autobús y cambiar
de vehículo. Resultado, tardamos en llegar a Poncebos TRES HORAS Y CUARTO, el mismo
tiempo que hicimos andando en la ruta de ida. ¿Es sorprendente, o no?, llegué a dudar que estábamos en España.
Mi reflexión fue llevada al terreno profesional. Si vives en
la zona de Caín y te dan un trabajo en Poncebos, o al revés, no es aplicable eso de “SI QUIERES, PUEDES”,
habrá que decir “SI QUIERES, CAMBIA”. No me imagino, a una señora o a un señor,
saliendo de su casa a las 6.00 h. de la mañana para empezar a trabajar a las
9.00 h. y llegando cada día a las 23.00 h. porque salió a las 20.00 h. de su
trabajo, habiéndose hecho unas seis horas de coche, por unas carreteras en las
que hay que cortar “el verde” con machete.
En todas estas situaciones en las que es aplicable lo de “SI
QUIERES, PUEDES”, algo hay que cambiar, además radicalmente en algunos casos
como éste. Si quieres, si realmente quieres, tienes que encontrar otra
vivienda, cambiar de residencia, de hábitos, de forma de entender tu trabajo,
de forma de contactar con tus compañeros, de forma de generar las acciones
comerciales, etc. etc. etc.
A veces, SI QUIERES, CAMBIA INCLUSO DE CREENCIAS, hace unos
días leía un tratado de PNL (Programación Neurolingüística) y hablaba de las
CREENCIAS LIMITANTES de las que hablan todos los autores de esta disciplina.
Hay muchas ocasiones en las que hay que hacer un gran ejercicio interior y
modificar esas creencias que nos conducen a un “callejón sin salida”.
En resumen, no podemos quedarnos en "SI QUIERES, PUEDES", ese “PUEDES”
encierra un concepto mucho más amplio, una pregunta más profunda, un universo
nuevo. “SI QUIERES, ¿QUÉ VAS A CAMBIAR?, ¿QUÉ ESTAS DISPUESTO A HACER?”, porque
si no es así, “AUNQUE QUIERAS, NO PODRÁS”.
Desde Asturias, con el corazón entregado a la Naturaleza,
sigo a vuestra disposición en smorales@gesalmed.es
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