Ahora que tanto se habla de la Marca Personal, que además
contamos con excelentes profesionales de esta materia, como D. Andrés Pérez
Ortega ó como Dña. Cristina Mulero Calvo, que en breve presentará oficialmente
su libro “Saltar de la pecera”, dedicado específicamente a cómo crear y
desarrollar la Marca Personal y tantos otros profesionales que me sería muy difícil detallar por la cantidad de los mismo; ahora… digo, merece la pena hacer una reflexión
más amplia de las consecuencias de ser un profesional con Marca Personal.
La primera es, sin duda, superar la expectativa que el cliente-consumidor
de nuestro servicio, tiene de nosotros. Estar por encima de lo que hemos
prometido en esa transmisión de nuestros valores y de nuestro saber hacer que
hemos realizado al fortalecer nuestra Marca.
Este no sólo es un compromiso con nuestro entorno, sino
además, es un compromiso con nosotros mismos.
El segundo y, para mí, mucho más importante, es saber que
somos un referente, que la Marca Personal no sólo tiene que ver con esa
capacidad de hacer y de servir; de ser un profesional y de tener prestigio; de
ser humano, tangible y cercano; sino que aprovechando todos estos puntos,
tenemos la obligación de ser un “faro” en “La costa de la Sociedad”.
Cuando eres visible en un entorno, no puedes obviar la
obligación de aportar al entorno VALORES, con los que ayudar a los demás,
próximos y lejanos, da igual, a todo aquel que te vea, te siga, te lea, te
oiga, etc. etc..
Ahora se llama a los que marcan tendencia “influencer”:
“Un influencer es una persona que cuenta con cierta credibilidad sobre
un tema concreto, y por su presencia e influencia en redes sociales puede llegar a convertirse en un
prescriptor interesante
para una marca.”
Fuente: Blog
40gradosdefiebre.com
Pues un profesional con Marca Personal debe convertirse en
un “influencer” de los VALORES, tender a modificar su entorno ayudándolo a
mejorar. La figura de cualquiera de los que lidera a través de su Marca
Personal, debe ser un poco “mesiánica” si se quiere, un poco, no mucho, pero sí
suficiente como para sentirse comprometido cada mañana. Saber que esta sociedad
está carente de liderazgos ejemplarizantes que ayuden a las nuevas generaciones
a saber descubrir hacia dónde y cómo pueden caminar.
¿Te parece mucho compromiso? ¿Demasiada exigencia? Por supuesto que puedes no estar de acuerdo, pero este es mi
parecer.
Como siempre a tu disposición en redes sociales
http://www.facebook.com/sergio.moralesparra
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