“Asomarnos a la vida del empresario” es parte del trabajo
que hacemos los consultores. Divisar desde nuestra ventana imaginaria, lo que
están haciendo, cómo lo están diseñando, el tiempo que dedican a cada cosa, es
nuestro trabajo de cada día.
En ocasiones no nos gusta lo que vemos e intentamos
ayudarles a que revisen cada apartado de su trabajo, de ese aparente “desorden”
que se ve desde fuera, aunque he de reconocer que muchas veces es aparente,
porque ellos tienen herramientas en su cerebro, que les inducen a un orden
entendible por ellos y sólo por ellos.
Cuento esto hoy, porque hay ocasiones en las que me resulta
chocante ver que algunos empresarios esperan que nosotros, los consultores, les
“impongamos” un método, nada más lejos de nuestra función. Lo nuestro es
ayudarles a mejorar su sistema de trabajo, además de una forma poco intrusiva y
generando hábito. De esta forma, cuando no estemos en la empresa, cuando
hayamos terminado nuestra función, ellos seguirán realizando el trabajo con el
orden que han aprendido y orientados siempre a los resultados que ellos han
decidido, no a los que hayamos decidido nosotros.
Cuando el consultor “impone” su forma de hacer las cosas,
sus métodos, etc. puede llegar a ser “traumático” en la evolución de la empresa
y, como consecuencia, cuando se marcha de la empresa, todo vuelve a su origen,
al desorden que inicialmente tenía el empresario. En definitiva, deja muy poco
poso.
Hay veces en las que el empresario lo que espera es que
nosotros tomemos las decisiones sobre su negocio, esto tampoco es la función de
un consultor. Nosotros ayudamos a que ellos tomen las decisiones, les ofrecemos
datos, metodología, conocimiento de determinadas áreas, etc. para que sopesen
más razones a la hora de decidir sobre algún punto.
En otros casos, el empresario entiende perfectamente
nuestra función, se adapta, colabora y trabaja hacia una evolución que considera
necesaria y él es el primero que la exige a todo su equipo. Porque esto es muy
importante, que su implicación suponga activar a todo su equipo hacia la
evolución.
Mi consejo siempre es que el empresario busque un consultor
que lo entienda, que muestre conocer hacia dónde el empresario quiere llevar la
empresa y que sea capaz de ayudar, aportar, pero nunca imponer, metodología y
conocimiento en la empresa.
Como siempre me tenéis a vuestra disposición en smorales@grupohob.es, http://www.facebook.com/sergio.moralesparra,
http://twitter.com/sergiomp1961 y
http://www.linkedin.com/in/sergiomoralesparra/.
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