sábado, 27 de junio de 2020

LOS IMPUESTOS, LOS ESPAÑOLES Y EL LENGUAJE



Frecuentemente nos quejamos de la falta de consciencia de algunos, cuando evaden impuestos. Este hecho, este fraude, se produce tanto en clases con gran potencial económico, como en aquellos que tienen menos capacidad económica.

¿A qué se debe este “fenómeno”? ¿Quién es realmente responsable de formar a los españoles para que todos aportemos más y mejor?

Principalmente, se debe al vocabulario que emplean nuestros políticos, a la manera de transmitir la información, que no ayuda a tener esa consciencia de que el Estado administra el dinero que todos APORTAMOS en forma de impuestos, tanto personas físicas, como jurídicas.

Si observamos cómo nuestros políticos hablan de los distintos presupuestos, el nacional, los autonómicos o los locales, cometen tres errores principalmente:

  1. a)   Siempre da la sensación de que se están “repartiendo el bacalao”.
  2. b)   Buscan el modo de no hacernos protagonistas, ni a ciudadanos, ni a empresas, de la aportación del dinero a las arcas del Estado.
  3. c)   Difunden continuamente la idea de que somos, ciudadanos y empresas, delincuentes fiscales.

Con esta manera de hablar, los políticos contribuyen a la falta de conocimiento, en algunos casos, a la “inconsciencia” del fraude o, en otros casos, al rebote y la delincuencia fiscal.

Cambiar cierto léxico en algunas explicaciones podría ayudar a que, con el paso de los años, seamos todos más conscientes de que anualmente, los distintos Gobiernos, nacionales, autonómicos y locales, trabajan para aprovechar, de la mejor manera posible, los recursos económicos que los españoles, empresas y particulares, les entregamos.

Los ingresos del Estado dependen de:

  1. a)   Las APORTACIONES que hacemos los ciudadanos fruto de nuestro trabajo ordinario (I.R.P.F. y Seguridad Social).
  2. b)   Las APORTACIONES que hacemos los españoles en cada consumo (I.V.A.).
  3. c)   Las APORTACIONES que llevamos a cabo en las Transacciones que se realizan en al ámbito del patrimonio.
  4. d)   Otras APORTACIONES por tener vivienda o vehículo u otras tasas generales por utilizar los medios del “aparato del Estado”  (I.B.I., Tasa de basuras, Impuesto de circulación, tasas universitarias y otras).
  5. e)   En el caso de las empresas, éstas APORTAN con la cuota de la Seguridad Social correspondiente, el Impuesto de Sociedades, el de Actividades Económicas, además de los relacionados anteriormente.

Si algún día dejáramos de pensar en la palabra “impuesto” y empezáramos a dar valor a nuestra APORTACIÓN al Estado, Comunidad Autónoma o Administración Local y así nos lo hicieran ver los políticos, todos funcionaríamos mejor. Será cuestión de lenguaje.

Como siempre, me tienes a tu disposición en smorales@stratexito.com


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