Hace unos días comía en un restaurante de San Esteban de
Pravia, el Restaurante Puerto Norte, que aprovecho para recomendar a todos por
su excelente producto y mejor servicio.
Una hermosa cristalera nos permitía gozar de las vistas del
puerto, a la vez que nos deleitábamos con sus excelentes platos. Nos acompañaba
una temperatura ideal, veintipocos grados y un tímido sol que aparecía y se
ocultaba, de vez en cuando.
En mi observación a través del ventanal pude ver cómo un
ejemplar de avispa se había situado en el interior del comedor y obcecada en su
único interés de estar fuera, era incapaz de entender que entre ella y su
objetivo había un cristal.
A pesar de lo palpable que para ella era el cristal, no era
capaz de alejarse un poco de esa primera visión ( negociar), para observar que más arriba tenía una salida
que le servía igualmente para su objetivo y no precisaba eliminar el cristal, sino hacer un
último esfuerzo para salir ganando.
Esto pasa muchas veces en la vida de los humanos. Encerrados
en una posición, vemos nuestro objetivo con un claridad cristalina y nos
obcecamos en avanzar hacia él, sin ser conscientes de que hay que manejar las
trabas que encontramos, negociando siempre con los elementos.
Los conflictos no son otra cosa que malas negociaciones,
obcecaciones en puntos en los que ambas partes han de mostrar nuevos caminos,
explorarlos y examinar las ventajas de otras posiciones.
Cuesta muchas veces encontrar soluciones, cuando la persona
con la que se está negociando es como la avispa, sólo quiere atravesar el
cristal.
Todos los meses me encuentro en procesos de negociación de
posiciones, de revisiones de roles, de responsabilidades en los equipos de
trabajo, etc. Es fácil, muchas veces, diagnosticar si vamos a llegar a buen
puerto o no, porque hay quien no muestra ni una sola puerta, pensando que eso
es lo correcto, se equivocan, porque el resultado es que donde no hay salida,
no hay solución para ninguna de las partes y, entonces, sólo entonces se llega
al conflicto, que normalmente no conduce a un camino satisfactorio para ninguna
de las partes.
Mi consejo es, negocia con creatividad. Pon asuntos para
negociar que puedan abrir el campo de actuación.
Como siempre, a vuestra disposición en
smorales@stratexito.es
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